Editorial: Abrams Comic Arts / Astiberri
Año: 2012
Guion: John Backderf
Dibujo: John Backderf
Reseña: El Distopico
Uno de esos cómics que te hace pensar... Imagínate que uno de tus compañeros/as de infancia o juventud se descubre que ha asesinado sádicamente a un montón de personas, ¿qué sentirías? ¿a nivel mental no te descuadraría algo? Eso es lo que le pasa exactamente a Derf Backderf, compañero de instituto del carnicero de Milwaukee (Jeffrey Dahmer), uno de los asesinos en serie más terroríficos de la historia de los Estados Unidos.
La novela no se queda en una recreación simplista de la juventud del monstruo dando pistas de cómo se convirtió en un psicópata; al contrario, construye un cuadro donde puedes ver el descenso a los infiernos del compañero rarito de clase (todos hemos tenido alguno), de cómo la sociedad en la que vivimos es incapaz de hacer nada para detectar y corregir los sufrimientos y los pensamientos homicidas de un chaval. El autor nos obliga a plantearnos qué papel jugaron los adultos que rodeaban a Jeffrey Dahmer, pero no para justificar en ningún momento a su excompañero de clase, sino simplemente para ser crítico con la sociedad y con las instituciones.
El guión y el dibujo están a una gran altura. Derf Backderf realizó una minuciosa investigación para poder plasmar de la manera más fidedigna posible la juventud de Jeffrey Dahmer, entrevistando a otros compañeros y profesores, recuperando entrevistas y artículos publicados, etc... Todas estas fuentes, unidas a su experiencia personal, componen un retrato desprovisto de cualquier tipo de nostalgia, pena o cariño, mostrando un mundo juvenil de una forma aséptica y crítica, bajo el prisma de quien ya ha dejado atrás esa época hace un tiempo.
El dibujo, como podéis apreciar, tiene ese toque underground americano, un poco a lo Crumb o a lo Charles Burns quizás, que aporta muchos matices y ayuda a adentrarse en la historia, a pesar de que a mi este tipo de arte me suele tirar un poco hacia atrás. Las viñetas se suceden alternando los diálogos con las escenas mudas que describen el mundo del futuro asesino, un mundo sórdido y solitario; esta alternancia es sin duda un gran acierto de la novela gráfica.
Os recomiendo esta obra, es de aquellas novelas gráficas que te atrapan y te agitan hasta que las acabas de leer, dejando un poso amargo y perturbador. Consigue situar al lector en esa clase, en ese instituto de una pequeña población como compañero de un psicópata en ciernes pero que aún no lo es, y ese es el gran acierto de este cómic, su capacidad de situarnos allí y hacernos empatizar y vivir las cosas tal y como las vivió el autor del libro.
La edición de Astiberri, como siempre, de diez.
Valoración 8,5/10
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